La belleza que evoluciona a través de los tiempos

El jardín Kenroku-en, una de las piezas centrales del paisaje urbano de Kanazawa, es famoso por ser uno de los tres jardines japoneses más bellos del país. Meticulosamente diseñado por el clan gobernante Maeda a lo largo de dos siglos y abierto al público en 1874, su diseño se basa en el antiguo concepto paisajístico de las "seis características", ya que ofrece vistas impresionantes y contrastadas desde todas las direcciones y en todas las estaciones. El hecho de que sus venerables árboles y otras exquisitas características hayan aumentado su atractivo con el paso del tiempo es una cualidad que comparte con las obras de arte urushi.

Pasee por los espaciosos terrenos del Parque del Castillo de Kanazawa y deléitese con las puertas, murallas, torretas y almacenes asombrosamente bien conservados, muchos de ellos con cualidades de diseño únicas entre los castillos japoneses en el momento de su construcción, un testimonio de la riqueza y la sensibilidad estética del Clan Maeda. La colina en la que se asentaba la torre principal antes de ser arrasada por una tormenta, ofrece una hermosa vista del Jardín Kenroku-en, y se cree que incluso ahora duermen bajo la superficie tesoros de la historia no descubiertos.

El castillo de Kanazawa cuenta con una impresionante variedad de muros de piedra. Cada uno de ellos ha sido cuidadosamente diseñado para obtener la máxima belleza, como los llamados muros namako, con sus llamativos patrones de cuadrícula blanca sobre negra.

Las piedras no se amontonan simplemente unas encima de otras, sino que se les da unos elegantes bordes para dar al muro un aspecto majestuoso y más resistencia.

El distrito histórico de Nagamachi alberga impresionantes fincas -espectacularmente bien conservadas- que en su día fueron ocupadas por familias de samuráis que sirvieron lealmente al dominio Kaga. Camine por estas calles históricas, admire las elevadas murallas -cuanto mayor era la riqueza de la familia, más altos eran los muros que se les permitía construir- y retroceda en el tiempo hasta la era feudal Edo mientras se pierde entre las laberínticas callejuelas diseñadas para frustrar a posibles atacantes.

Este almacén, cuyas paredes están totalmente cubiertas de hojas de oro, se encuentra en el patio de una tienda-galería, por lo que es un espectáculo realmente deslumbrante.

Para sumergirse aún más en la belleza de los distritos históricos de las casas de té de Kanazawa, pase algunas noches en una casa tradicional machiya y aproveche los sutiles paseos nocturnos a través de callejuelas estrechas y exquisitas, tal vez incluso para disfrutar de una cena o una copa en un entorno de otro mundo.

Con un legado artístico y cultural que abarca siglos, Kanazawa se ha convertido naturalmente en un centro de arte moderno. El Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI de Kanazawa no abrió sus puertas hasta 2004, pero ya se ha establecido como una pieza central de la ciudad. Este museo de concepto abierto y centrado en la participación de la comunidad -sus terrenos y salas exteriores son de libre acceso para el público incluso cuando la instalación principal está cerrada- sirve para estimular los sentidos estéticos de ciudadanos y visitantes de todas las edades. En otro lugar de la ciudad, el llamativo diseño arquitectónico del Tsuzumi-mon frente a la estación de Kanazawa da la bienvenida a los viajeros en tren a una ciudad de arte y cultura.

Cada pieza de laca urushi se crea mediante un minucioso proceso de varios pasos de recubrimiento y pulido en fases alternas para conseguir la profundidad de color y la suavidad ideal. El Sr. Tamura identifica los sutiles arañazos, imperceptibles para el ojo humano, mediante el sonido y el tacto, y los pule meticulosamente para garantizar que cada pieza no tenga imperfecciones.